Electronic texts: a double-edged sword
Existen una serie de convenciones respecto al tipo de texto que se produce y que es interpretado en determinadas situaciones. Estos tipos o clases de textos conforman distintos géneros discursivos.
Los textos electrónicos forman parte de los
nuevos géneros discursivos y tiene algunas características propias que si bien
pueden llegar a respetar algunos
parámetros utilizados en los textos convencionales, también tienen sus
características propias a tener en cuenta.
Este tipo de texto se caracteriza por la
inmediatez con la que los lectores se pueden hacer de él y por la rápida
difusión que tienen. Si bien este tipo
de texto resulta más ágil en cuanto a su
producción y su búsqueda, requiere de un lector mucho más atento para poder
determinar la seriedad, la autoría y las referencias bibliográficas con las que
fue generado.
Pensemos que este tipo de texto, tiene menos
restricciones para ser publicado, por lo tanto se corre el riesgo de que se
trate de un texto con muchas falencias respecto a su autenticidad o veracidad,
por lo tanto son muchos más los recaudos que debe tomar el lector.
Cuando el crítico literario, Mijaíl Bajtin hace mención a los géneros
primarios y secundarios no menciona la validez del contenido del enunciado,
pero si hace referencia los textos más o menos elaborados. Mientras que los
géneros primarios se dan en instancias discursivas inmediatas, cotidianas y desarrolladas
de una manera más simple como las cartas y las conversaciones, los géneros
secundarios son más pretenciosos en cuanto a su validación y estructura y
proponen una comunicación más compleja como las novelas y los trabajos
científicos.
En los textos tradicionales se pueden
identificar con más facilidad estos componentes que diferencian a los géneros discursivos.
También aparece claramente el autor, las citas referenciadas, la bibliografía y
el contexto en el que fue realizado el trabajo.
Los textos electrónicos plantean, a pesar de
los beneficios anteriormente mencionados,
algunas dificultades en cuanto a la detección de su validez. En muchos
casos se desconoce el origen de quien elaboró el texto, en algunas oportunidad
se ofrecen recorte informativos sin realizar la correspondiente cita que dé
cuenta de donde se obtuvo determinada información y que de fuerza y justifique
lo enunciado. En muchas oportunidades tampoco es clara la información de la página
que está colgando la información ni la fecha en que fue realizado el trabajo.
Mas allá de que se trate de un género
discursivo primario o secundario según su estructura y fuerza, estos tipos de
textos demandan de un lector mucho más preparado en las cuestiones que tienen
que ver con descifrar la validez y seriedad del texto. Esta libre elección de
textos puede ser un arma de doble filo si no se posee la responsabilidad y la
capacidad de detectar el valor de lo que se encuentra en los textos
electrónicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario