Historicism and Annales
* Adrián Lozano
A fines del siglo XIX la historia, no
sólo comienza a trazar su camino para transformarse en una disciplina autónoma,
sino que también que inicia el camino para pensarse a sí misma en cuanto a determinar la
forma en que ella investiga y también a las características que tendrán las
difusiones de sus conocimientos.
Leopold von Ranke fue una de las figuras de la influyente Escuela
Histórica Alemana. El encarnó un proceso de individualización y profecionalización
de la disciplina histórica a través de una investigación guiada por un método
que reflejara una realidad desprovista de prejuicios valorativos. “El concepto ranqueano de la Historia de una
ciencia rigurosa se caracteriza por la tensión entre la demanda explícita por una investigación objetiva que rechaza
estrictamente tanto los juicios de valor como las especulaciones metafísicas, y
los supuestos filosóficos y políticos implícitos que en realidad determinaban su
investigación” Iggers, Georg, La historiografía del siglo XX.
Desde la objetividad científica al desafío posmoderno, Fondo De Cultura
Económica, 2014. P.52
El método propuesto por Ranke contenía fundamentalmente tres momentos;
el del estudio crítico de las fuentes auténticas, la interpretación imparcial y
la exposición objetiva. En sus estudios hacía hincapié en la individualidad de
los fenómenos históricos, es decir que ellos debían ser comprendidos utilizando
los criterios de su propio tiempo.
En esta etapa tuvo gran preponderancia el estudio de la historia
política centrada en la actividad emanada de los Estados y por ende, de las
grandes personalidades de esos tiempos. Los archivos originales primarios
fueron la fuente de información que daba impulso a la investigación.
La historia era visualizada como un bien cultural, estaba atada a los
principios científicos, atenta a los acontecimientos singulares y rechazaba
especulaciones metafísicas. Se encontraba amarrada a los hechos políticos, en sintonía del despliegue
de los emergentes Estados nacionales y en procura de una divulgación que era
sostenida fundamentalmente desde las academias y por intermedio de las revistas
especializadas.
Gustav Droysen, Heinrich von Treitschke y Theodor Mommsen fueron algunos
de los discípulos de Ranke. En esta nueva etapa se aceleró el interés por la
historia nacional, el estado liberal y se aceitaron las herramientas ideológicas
que aportaba la Historia en el afán de lograr la estabilidad del Estado para
forjar la unificación de ese país encerrado en un nuevo contexto en donde la
industrialización produjo la emergente figuras de los sindicatos, los obreros y
las disputas sociales.
Para fines de ese siglo surgen figuras tales como las de Jacob
Burckhardt primero y luego la de Karl Lamprecht. El primero promovió la
historia cultural en donde relacionaba al Estado, a la religión y a la cultura;
luego Lamprecht abogó por el análisis económico, social y cultural, al mismo
tiempo que cuestionó el planeamiento cronológico y descriptivo de la historiografía
alemana, esto le costó el aislamiento en su país.
En Francia, en esta época, emergen y se consolidan las carreras universitarias
de Historia y los distintos congresos destinados a la ramificación y
especialización en esta disciplina. Los ejes, en esta primera etapa, estuvieron
en sintonía con los acontecimientos políticos como también los trabajos de
archivos, las fuentes oficiales y la búsqueda de la objetividad. La escuela
metódica positivista dominaba el escenario en estos tiempos.
En los Estados Unidos, Frederick Turner
fue la cara más visible del cambio historiográfico. Interesado por la
historia social y económica. Promovía lo que se llamó la “Nueva Historia”. Por
ejemplo, vinculó las ideas patrióticas norteamericanas con la expansión que
este país desarrolló al oeste de sus fronteras. Este autor analiza los efectos
provocados en los inmigrantes realizando un estudio regional y comparativo en
donde establece los efectos provocados por estos acontecimientos en cuanto a la nacionalización de su país. “En los Estados Unidos, el famoso estudio de
Frederick Jackson Turner sobre “la significación de la frontera en la historia
norteamericana” (1893) rompía francamente con la historia de los
acontecimientos políticos” Burke, P. (1990) La revolución historiográfica
francesa. La escuela de los Annales: 1929-1989, Gedisa, Barcelona. P. 17.
La corriente
historiográfica de Annales tiene sus raíces en Francia, su nombre hace
referencia a la revista publicada a partir de 1929 “Los annales de la historia
política y social”. Sus primeros integrantes, Lucien Febvre y Marc Bloch,
procuraron que esta disciplina se involucre con la geografía, la sociología y
la antropología entre otras. Sus propuestas eran la de una historia analítica
que incluya a diferentes grupos sociales, que tenga en cuenta sus creencias de
los individuos, sus construcciones sociales, los contextos geográficos y
abogaban por una actitud más participativa del historiador a través de su
capacidad analítica. “Sin duda, el
nacimiento de los Annales marca en profundidad la reflexión de los
historiadores, tanto sobre su disciplina como sobre su oficio” Revel,J. (2005)
Un momento historiográfico. Trece ensayos de historia social, Manantial, Buenos Aires, p. 20.
El acontecimiento, la coyuntura, la comparación, la cuantificación, las
mentalidades, los aspectos demográficos y regionales fueron algunos de los pilares de una
investigación que ya no procuraba avanzar sólo a partir de documentos oficiales
y que concentraba grandes componentes sociales contextualizados en sus
análisis. Se procuró comprender el pasado de los pueblos desde distintas
dimensiones y se empezó a estar atentos a los orígenes, a las explicaciones y a
las consecuencias de los hechos históricos.
En una segunda generación liderada por Fernand Braudel y en donde se
tuvo un enfoque estructural economicista, se hizo hincapié en la división del
tiempo histórico en largo, medio y de corta duración. En la tercera generación,
cuyos inicios son en la década de 1970 y en donde se acuño la concepción de
“Nueva Historia”, cobró forma la historia de las mentalidades con la forma
cuantitativa. Las fuentes fueron ampliadas en este período en donde se propuso
que todo podía ser “fuente”. Los aspectos ideológicos, religiosos y culturales
fueron muy importantes en esta etapa, así como los valores particulares de cada
época.
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