sábado, 13 de julio de 2019

La Politica


 politics


* Adrián Lozano


 El proceso de conformación de la Ciencia política a partir de la denominada primera “revolución metodológica” es encabezado por Nicolás Maquiavelo (1469-1527).
 Anteriormente los griegos habían delineado sobre  una parte de la vida del hombre que llamaron política, pero siempre enmarcada con una  concepción filosófica.
   Luego los Sofistas en el siglo V realizaron una distinción entre  las cuestiones políticas y las de la naturaleza y más tarde Aristóteles, abandona la concepción Platónica y deja a un lado la idea del gobierno activo de filósofos y de una comunidad pasiva. Sus concepciones son que ni el conocimiento ni la virtud son atributos para ejercer el poder político.
  Si bien son muchos los aportes que recibió desde la antigüedad hasta nuestros días la construcción de lo que hoy es la ciencia política, es el autor de “El príncipe” quien comienza a separar las cuestiones morales de los problemas sociales y políticos. Fue  Maquiavelo quien  inicia el proceso de secularización. También  hace la distinción de que el Estado es un organismo autónomo a quien le asigna el fin  legítimo del uso de la fuerza interna y frente a otros Estados. Es el primer pensador moderno que señala la estrecha relación que existe entre la acción de los individuos y las condiciones históricas-situacionales en cuanto a lo social y lo político. Es decir que concibe un actor político que debe tener en cuenta el contexto histórico que se le presenta y que este es virtuoso si transforma ese contexto en oportunidad.
  Maquiavelo pensó en despegar el pensamiento político de otros ámbitos que envolvían al hombre como la moral, lo religioso y lo filosófico. Comenzó un proceso que luego conformarían las Ciencias Sociales y por supuesto el estudio científico de las cuestiones políticas.
  La organización política del Estado empezó a ser visualizada como parte del accionar del hombre, y este como el constructor de una sociedad  a la que podía modificar. Un hombre protagonista y hacedor de la historia, a la cual también podía moldear de acuerdo a sus intereses.
 Sus postulados giraron en torno de la construcción del Estado y su consolidación por medio de actores políticos que entendieran el marco en el que actuaban. Esta concepción  deja de lado lo hasta entonces vivido, induce a una  concepción realista de los asuntos políticos. Los estudios y análisis realizados  por Maquiavelo durante el Renacimiento servirán como soporte y plafón en la discusión del objeto de estudio de las Ciencias Políticas y de su concepción como Ciencia.
  Esta primer ruptura no significó la conformación de las ciencias políticas contemporáneas, pero contribuyó como aporte determinante para que el estudio de las distintas formas de gobierno se desprendieran de los símbolos éticos y morales que arrastraron en los siglos anteriores.
  Juan Bodino, en el siglo XVI señalaba a la República como recto Gobierno con poder soberano y que la autoridad consistía en un pacto entre las familias de élites de la sociedad. También destacaba que aquel que ostente la autoridad debería tener todo el poder. Este debate sobre la magnitud del poder de Estado continuará en el siglo venidero con los pensadores políticos de la época.
  En el siglo XVII y XVIII toman relevancia las ideas de  los pensadores políticos contractualistas  que aseguraban que la mente humana puede aprehender y subordinar el universo a las necesidades humanas. Estas  ideas, cuyos principales exponentes fueron John Locke, Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau, manifestaban que la razón humana era el elemento único por el cual se podía conocer y transformar el universo social y natural. Estos pensadores distinguían por un lado, un Estado de “naturaleza” y por el otro, un estado “civil”.     El primer estado posee aquellos derechos con el que las personas cuentan de forma natural, por haber nacido. Pero esas personas pasan a un Estado civil por su propia decisión, para resolver los inconvenientes que surgen al vivir  sin regulaciones claras que protejan su integridad.
  Por ese motivo las personas ceden al Estado la potestad de regular sus vidas. Le otorgan la facultad para que delimite su accionar por medio de leyes. Este estado surge de la creación del hombre, es artificial  y funciona como un estadío que supera aquella instancia de “naturaleza.
  Este pacto Social es legitimado por el consenso y su designación es individual, racional y voluntaria.
  Estos pensadores, si bien coincidían en la potestad del Estado para regular la actividad de las personas, proponían distintos matices en cuanto a la supremacía y manejo de este. Así como Bodino postulaba a la República con un poder soberano y Hobbes se manifestaba a favor de que el Estado representaba el poder absoluto de la colectividad,  Locke creía en un Estado pluralista, en donde se entrelazaran las compatibilidades de ese Estado y las Instituciones del Gobierno; mientras que Montesquieu, en sus cuestionamientos a los poderes absolutos de las monarquías despóticas, indicaba al Estado como eje de la unidad y el equilibrio de los poderes.
Estas ideas aportarán elementos que devienen en una nueva etapa, la denominada segunda “revolución metodológica”.

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