viernes, 5 de julio de 2019

Fabricas de comunicar


  Las libertades individuales

Communication factories

* Adrián Lozano

El papel de los medios de comunicación fue muy importante durante el siglo XX hasta esta parte. Si bien la comunicación no se establece sólo a través de los medios, ellos son trascendentales para entender los roles y las características que se le asignan a las libertades individuales.


  En este sentido, cada corriente de pensamiento analiza los fenómenos de la comunicación rescatando sus propios intereses y aplicando métodos diferenciados desde distintos puntos de partidas y llegando a conclusiones diferentes.

 La Escuela de Frankfurt: Los integrantes de esta corriente, tales como Max Horkheimer, Hebert Marcuse, Theodor Adorno, Walter Benjamín, Leo Löwenthal, Erich Fromm  y Friedrich Pollok , desarrollaron en sus postulados la perspectiva metodológica marxista del materialismo dialéctico con una influyente perspectiva hegeliana  a través del concepto de negatividad aplicado a una realidad que se contrapone y discute con las imposiciones instaladas socialmente. También  incorporan las premisas freudianas al inconsciente en el análisis de los procesos comunicacionales y sociales.
  La noción de comunicación y libertad acuñada por esta escuela está asociada a la manipulación que desciende a partir de la producción masiva, la industrialización de la cultura y la alienación que provoca el capitalismo en la sociedad y sobre todo en la clase obrera. “La industria cultural fija de manera ejemplar la quiebra de la cultura, su caída en mercancía” Mattelart, A. (1997), Historia de las teorías de la comunicación, Paidós, Buenos Aires, p.52.
 En este sentido, Adorno y Horkheimer llevan a su máxima expresión esta idea en la cual aquellos que manejan los medios de producción comunicacional imponen, inciden, deforman y limitan todas las capacidades creativas de quienes las consumen imponiendo necesidades. ”Se puede distinguir entre necesidades verdaderas y falsas” MARCUSE, H. (1993), El hombre unidimensional, Planeta- Agostini, España, pp. 32. Existe una diferencia frente a los estudios de Mass Comunication Research cuya finalidad era encontrar los mecanismos comunicacionales necesarios para descubrir los efectos que producían en la actitud de la gente.
  Adorno y Horkheimer llaman “industria cultural” a este proceso por el medio del cual, a través de la producción en serie de todas las actividades artísticas se imponen gustos, chatura e impersonalidad en esta área que. En otros tiempos a partir de su originalidad, proponía una diferenciación con la realidad y una capacidad transformadora que ahora se encuentra desvanecida y es reemplazada por parodias engañosas que inmovilizan el inconsciente de quienes la consumen provocando así una falsa felicidad que hipnotiza de tal manera que se acepta con placer su constante reproducción. “La actual fusión de cultura y entretenimiento no se realiza solo como depravación de la cultura, sino también como espiritualización forzada de la diversión” ADORNO, T. W. y HORKHEIMER, M. (1994), Dialéctica de la Ilustración, Trotta, Madrid, p.178.
  De modo tal, en este espacio de reflexión, la libertad se ve empañada por este proceso comunicacional impuesto por los que digitan esta actividad cultural devenida en industria y de la cual el sistema capitalista impone sus condiciones, limita la capacidad creadora de quienes la consumen y enriquece a quienes producen esta cultura seriada. Esta idea también se contrapone con los estudios de MCR, quienes estaban más interesados en producir  la alienación que la rebeldía de las masas basados en la idea de libertad de conciencia.
Mass Communication Research: Desde una perspectiva funcionalista, este variado grupo de investigadores multidisciplinarios, equiparaban el estudio de la sociedad con el de un organismo organismo. “Los procesos de comunicación de la sociedad humana, una vez examinados detalladamente, revelan numerosas equivalencias con las funciones especializadas que se encuentran en el organismo físico y en las sociedades animales inferiores.” LASSWELL, H. (1955), Sociología de la comunicación de masas II, Ediciones Gustavo Gili, Barcelona, 1985, p.52.  
Sus estudios estaban abocados a descubrir los mecanismos por los medio del cual los medios de comunicación inciden en el funcionamiento de las percepciones de los referentes de los mensajes. “Al estudiar varios medios, cabría preguntarse: ¿Cuáles son las funciones y disfunciones de la acumulación de noticias por televisión, radio y periódicos?”WRIGHT, CH. (1960), Sociología de la comunicación de masas II, Ediciones Gustavo Gili, Barcelona, 1985, p. 73.
  El concepto de libertad se encuentra encerrado en la estructura social que debe conservarse y mantenerse estable, proceso que es realizado por medio de diferentes estrategias de dominación. “La estrategia de dominio de la Industria Cultural viene pues de lejos y dispone de múltiples tácticas. Una de ellas es la estereotipación” WOLF, M. (1987),“La investigación de la comunicación de masas, Crítica y perspectivas”, Paidós, Barcelona.p.101. De modo tal, que esta libertad es condicionada por los efectos producidos por estos estímulos que anticipan comportamientos y trabajan para producir otros.
La comunicación es entendida como como una batería de estímulos que se inyectan con la finalidad de obtener determinada respuestas, sobre todo aquellas que conserven y refuercen las condiciones en que se encuentra ese sistema social.
Escuela de Birmingham: Esta escuela, que tuvo sus orígenes a mediados del siglo XX, acuñó como finalidad analizar los aspectos culturales de la cotidianeidad de los sectores populares de los cuales provenían los orígenes de estos autores.
  Respecto a la idea de comunicación, si bien concedían que existen mensajes dominantes que procuran imponer condiciones en la sociedad, rescatan que los receptores no actúan de manera pasiva, sino por lo contrario, las clases populares imponen condiciones, negociaciones y resistencias sostenidas a través de las significaciones culturales que ellos realizan y refuerzan en la actividad de sus vidas diarias.
  Esta noción de cultura, invisibilizada por el marxismo, es asociada a un concepto de libertad mucho más amplia porque en ella se encuentran los gérmenes de la resistencia popular respecto a las condiciones impuestas por las clases dominantes. “El concepto de libertad ha sido radicalmente rechazado dentro del pensamiento cultural marxista” WILLIAMS, R. (1980), Marxismo y literatura, Península, Barcelona, p. 137. La idea de clase y la resistencia es colocada en un sitio distinto respecto a la escuela de Frankfurt en donde la producción cultural no resultaba tan importante como la base material de producción. También existen diferencias fundamentales con los estudios de MCR, en donde se supone una injerencia directa entre emisor y receptor y no contempla la individualidad cultural que plantea conflictos y resistencias.
Internacionalismo simbólico:   Esta corriente de pensamiento propone la idea de que las personas generan sus potencialidades y sus representaciones por medio del vínculo que establecen con los demás miembros de la sociedad, concepto que los acerca a la escuela de Palo Alto.. “La relación social o el conocimiento personal son necesariamente recíprocos” GOFFMAN, E. (1993), La identidad deteriorada, Amorrortu, Buenos Aires, p.84.
  La idea es de comunicación es “situada” .Las relaciones  colocan a los individuos ante la posibilidad de generar, no sólo sus propias interpretaciones de aquellos integrantes a los cuales rotula y configura con determinados roles particulares, sino que el mismo es visibilizado por estas prácticas de encuadres simbólicos que establecen roles y confirman contextos. “La sociedad es el resultado y el producto de prácticas realizadas y aplicadas por los sujetos.” WOLF, M. (1979), Sociologías de la vida cotidiana,l´Espresso, Madrid p. 13. La posibilidad de construir la propia subjetividad, lo distancia de lo señalado por  la MCR, en donde la comunicación es más lineal.
  La libertad es inyectada en doble sentido por medio de esta interacción, por un lado  se imponen límites que tienen que ver con los roles, las situaciones particulares y las reglas existentes en cada contexto, pero también existe un espacio en donde los agentes pueden moldear esta estructurara y proponer situaciones diferentes que desarmen esta armadura por medio de la ironía o la fantasía compartida que desplazan las situaciones comunicacionales a un terreno creativo.
  Escuela de Palo Alto: Esta corriente de pensamiento propone tener en cuenta, al momento de analizar los procesos comunicacionales, todos los componentes que interactúan en ella. El contexto en que se realiza, los gestos del emisor (kinésica), el tono de voz, las posturas, la actitud del receptor, los aspectos no verbales y concepciones culturales (proxémica) entre otros  atributos expresivos y de contexto. “Para estos autores, la comunicación es, pues, un proceso social permanente que integra múltiples modos de comportamiento: la palabra, el gesto, la mirada, la mímica, el espacio interindividual.” WINKIN, Y. (1984), “El telégrafo y la orquesta”, en AA.VV., La nueva comunicación, Kairós, Barcelona.
  El concepto de comunicación está desarrollado aquí con una perspectiva sistémica, es decir que todos los elementos que interactúan en la comunicación, sean verbales o no, son estudiados y visualizados en su conjunto. Es un proceso en el cual existe la complicidad del receptor con quien se establece una relación que puede ser desde lo conceptual, cultural o situacional. Si a una persona le pisan el pié, para él es muy distinto que la conducta del otro haya sido deliberada o intencional” WATZLAWICK, P., BEAVIN, J. y JACKSON, D. (1987), Teoría de la comunicación humana, Herder, Barcelona.p.34. Esta no linealidad comunicativa los aleja de la MCR y los acerca al Internacionalismo simbólico en donde emergen los conceptos de comunicación interpersonal como elementos importantes a ser estudiados.
  La idea de libertad es visualizada de manera más amplia respecto a las corrientes de pensamiento funcionalista. Aquí existe una actitud mucho más activa de quien recibe el mensaje, este lo interpreta, le da significados, lo decodifica  y lo contextualiza en este proceso.

  Algunas de estas corrientes de pensamientos se tornan más críticas e invitan al debate y al análisis. Otras, más pragmáticas, plantean la subordinación del individuo en estos espacios.
  Las corrientes culturalistas e interaccionistas generan un espacio en el cuál el rol de los individuos es más activo ya sea desde sus relaciones u aspectos culturales.
  De modo que la realidad comunicacional se plantea como un objeto de estudio cuya aproximación puede ser realizada desde diferentes perspectivas. Cada una de ellas supone un concepto diferente de comunicación y libertad.

 Bibliografía

ADORNO, T. W. y HORKHEIMER, M. (1994), “La industria cultural. Ilustración como engaño de masas”, en: Dialéctica de la Ilustración, Trotta, Madrid, pp. 165-212.
CALETTI, S. 2002, “Elementos de la comunicación”, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes. Puntos  1.1, 1.2, 1.3, 1.4, 1.8, 3.1.1, 3.1.5, 3.2.3, 3.2.4, 4.6.3 y 4.6.4.

GOFFMAN, E. (1993), “La biografía. Los otros como biógrafos”, en: Estigma. La identidad deteriorada, Amorrortu, Buenos Aires, pp.79 a 91

LASSWELL, H. (1955), “Estructura y función de la comunicación en la sociedad”, en: M. de Moragas (ed.), Sociología de la comunicación de masas II, Ediciones Gustavo Gili, Barcelona, 1985, pp. 50 a 68
MARCUSE, H. (1993), “Capítulo 1: Las nuevas formas de control”, en: El hombre unidimensional, Planeta- Agostini, España, pp. 31-48.
MATTELART, A. (1997), Historia de las teorías de la comunicación, Paidós, Buenos Aires, , Capítulo 2, ap. 2.2, capítulo 3 ap. 3.2 y ccapítulo 4.
WATZLAWICK, P., BEAVIN, J. y JACKSON, D. (1987), “Introducción, capítulos 1 y 2”, en: Teoría de la comunicación humana, Herder, Barcelona.
WILLIAMS, R. (1980), “6. La hegemonía”, “7. Tradiciones, instituciones y formaciones”, y  “8. Dominante, residual y emergente”, en: Marxismo y literatura, Península, Barcelona, pp. 129 a 149.

WINKIN, Y. (1984), “El telégrafo y la orquesta”, en AA.VV., La nueva comunicación, Kairós, Barcelona.
WOLF, M. (1982),  “Introducción y Capítulo 1: Erving Goffman o la descalificación de la inocencia”, en: Sociologías de la vida cotidiana, pp: 19-50/61-80.

WOLF, M. (1987), “Acápites 1.1., 1.2., 1.3., 1.4., 1.5.”, en: La investigación de la comunicación de masas, Crítica y perspectivas, Paidós, Barcelona.
WRIGHT, CH. (1960), “Análisis funcional y comunicación de masas”, en: M. de Moragas (ed.), Sociología de la comunicación de masas II, Ediciones Gustavo Gili, Barcelona, 1985, pp. 69 a 90

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