Weber and Easton: The power of the State
* Adrián Lozano
El concepto de
“poder” que describe Max Weber es
entendido como la posibilidad que tiene un actor político para imponer sus
determinaciones y su voluntad dentro de una relación social, pero sin importar
el acuerdo o el consenso que tengan esas decisiones. El sociólogo alemán
pensaba que el Estado no puede perdurar
en el tiempo ejerciendo únicamente “poder
coactivo” porque aparecerían
tensiones sociales constantemente. En el caso que se logre alguna estabilidad,
esta sería esporádica.
Weber entendía que la violencia no era la
única herramienta con la que cuenta el Estado para imponer sus decisiones.
Reconoce a una forma de imponer la voluntad estatal distinta
que llama “dominación” y que se sostiene por medio de una violencia “legítima”.
Esta modalidad
de ejercer el poder se articula por medio de la creencia de que esa
subordinación es válida. Es decir que
para que la obediencia sea duradera, el que obedece debe tener algún grado de
voluntad de hacerlo.
Los motivos de sumisión pueden ser compartir alguna vinculación afectiva, identificaciones ideológicas y/o valorativas y las costumbres entre otras.
Un
caso histórico que ejemplifica algunos de estos casos es lo ocurrido durante la
Edad Media. El clero ocupaba el lugar central de la sociedad. La mentalidad
cristiana justificaba la organización de la sociedad feudal.
Por medio de la creencia la iglesia
incrementó su poder y fue el centro de la vida económica, religiosa y educativa
de los habitantes de Europa occidental entre los siglos V al XIV. Esta sociedad
mantuvo una unidad religiosa centrada en una fe y una religión compartida: el
cristianismo.
Por su parte, David Easton amplió aquel primer concepto que
suponía que la política debía ser entendida como aquello que ocurría dentro de
un Estado o dentro de las organizaciones que se comportaban como tal. Sus
estudios se centran en las interacciones que se producen en la sociedad, a las
que llama “asignación autoritarias de valores” en donde se involucran valores y
comportamientos sociales. El considera que la Ciencia Política debe estudiar el
sistema político en su conjunto.
El politólogo canadiense entiende que las
demandas y los apoyos que provienen del ambiente social se transforman en decisiones
que si son ejecutadas eficientemente provocan que el sistema político pueda
seguir continuando o perdure más tiempo. El sistema político sería entonces,
solo una parte de los comportamientos
que se encuentran en el sistema social, por fuera de este se desarrollan
interacciones que producen cambios y transacciones, lo que constituye su
ambiente.
En este “ambiente” incluye las cuestiones
no-política y el ambiente físico. Estos elementos pueden encontrarse dentro de
la sociedad (intrasocietal) o bien ubicado en el sistema político social
internacional (extrasocietal). En el primero se encuentra el sistema ecológico,
biológico, de la personalidad y los sistemas sociales; mientras que en el
segundo se sitúan los sistemas políticos internacionales, los sistemas
ecológicos internacionales y los sistemas sociales internacionales.
Los elementos conceptuales de la escuela
sistémica de la ciencia son por un lado los “elementos institucionales”, en
donde se encuentra el régimen político que incluye las normas y
reglamentaciones que condicionan el comportamiento de las personas. Los
“actores institucionalizados” son aquellos que
ocupan roles activos en la
política y participan, aunque no sean parte del gobierno, en el desenvolvimiento del sistema político.
Por último, “los valores de las personas y de los grupos sociales” expresa
aquellos principios que orientan el accionar político.
Easton incorpora en sus estudios las reglas
metodológicas científicas como verificación, sistematización, cuantificación,
búsqueda de regularidades, etc.
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